¿Nivel II o Cross Country?
Después de mucho tiempo sin escribir nada aquí, vuelvo con todo lo que pase desde la última
entrada hasta aquí.La última
fue en san silvestre que fue el 31 de diciembre, ha pasado mucha agua bajo el
puente, también algo de basura y rocas, empecemos por el principio.
En la última
les comentaba que correría san Fernando, y así lo hice, si recuerdan esa carrera, había mucho calor y
humedad, la gran mayoría corrió por
encima de su tiempo normal, lo que es contradictorio en una carrera rápida como
lo es esta, ¿qué pasó entonces? Voy a
hablar de mí y si quieren pueden comentar que les pasó a ustedes. No llegaría
en buena forma, eso lo sabía hasta antes de parar unos días para descansar en
diciembre, además de que la elite uruguaya la preparó, cada uno a su manera
pero lo hicieron, querían correr rápido esa carrera, yo iría con la bala que me
quedaba en la recámara, pero carreras son carreras, y un día podes estar iluminado,
que no fue ese justamente, jaja. Hablando en serio y no quiero abarcar mucho en
esta parte, corrí, Salí en punta como siempre lo hago, con mi hermano y el
cubano Aguelmis, atrás, Santiago Casco,
Pablo Gardiol, Andrés Zamora y Santiago Godoy, a eso se le sumaba el argentino Federico bruno y el chileno Víctor Aravena,
estos dos con un nivel excepcional. Me sentí bien hasta el km 3, donde se hizo
un cambio de ritmo y se empezó a desparramar el pelotón, yo iba de los pelos, y
los perdí, se me fueron unos 30 metros y trataba de acomodarme nuevamente para
no perder distancia. Km 4, seguí igual, a esa altura más que de los pelos estaba
calvo, pasé el km5 y dije, esto no es para mí! Y saque cuentas, me faltan 5Km
que necesidad tengo de morirme como lo venía haciendo, además de terminar
corriendo por encima de 3:10/km, seguí trotando hasta que me alcanzara uno de
mis alumnos, correría con el haciéndole de liebre, lo hice pero también se me
murió él, no corrió mal, pero veníamos para hacer su mejor marca. Ahí se terminó
mi san Fernando, con 33:30.
Diez días
después me inscribí en la New Balance Adventure Race, como dice su nombre, es
de aventura, un circuito muy duro al comienzo, y cuando te recuperas porque
vienes bajando tienes unos 15km o más de llano donde también hay que correr, y
fuerte. Corrimos con mi hermano en punta toda la carrera, y definimos a último
momento quien ganaría, esta vez me toco a mi.
Luego de eso
no volví a competir, solo quería entrenar, para acumular kms, cansancio,
dolores musculares, etc., realmente lo
hice. Paso una semana dura, donde volvían a dar de a tres cifras los km semanales, con más
dolores que España pero siguiendo la línea. Semana previa al selectivo de Cross
Country, doble turno, un estímulo solo a 72hrs de la competencia, no me sentía fuerte
como un roble pero sabía que el plato fuerte seria el sudamericano, no el
selectivo ya que corriendo estaba adentro, y me quedarían 3 semanas para poder levantar el nivel, pero
se suspendió y se pasó dos semanas después
, para mí era lo mismo o mejor pero no había
tenido en cuenta que iba a hacer el curso de Entrenador SFCE Nivel II IAAF, el año pasado había hecho el Nivel
I y fue duro, por la sencilla razón de que tuve que aprender muchas cosas teóricas,
y practicas no solo a lo que conocimiento se refiere, sino enseñarle a mi
cuerpo que solo sabe correr, a saltar y lanzar. Los días terminaban con dolores
por todos lados! Ese fue el Nivel I, ya este año con el Nivel II las cosas serían
diferentes, no lo haría en Montevideo, que al principio me pareció que era algo
molesto ya que debía dejar algunas obligaciones, pero resultó todo lo
contrario, porque una vez que viajamos a Fray bentos y nos instalamos nos dimos
cuenta que no pudo ser mejor, para el que no conoce el polideportivo de esa ciudad, es como una casa, dos cuartos
grandes que son los hospedajes, uno para hombres y el otro para las mujeres,
las puertas de entrada de ambos daban a un salón donde funcionaba de comedor y salón
de los teóricos, además los cuartos tenían numerosas camas con excelentes
colchones, algo que nunca esperas en lugares así, acolchados limpios y nuevos,
aire acondicionado, baño y duchas, era perfecto. Llegamos el primer de los 12 días
que estuvimos allí al mediodía con una lluvia
tremenda, no instalamos en el cuarto, almorzamos y dormimos una siesta. Comenzábamos
a media tarde las clases después del almuerzo por lo que nos daba para dormir
una siesta y levantarnos bien, sin dolores y más descansados, pero locos de
sueño en clase jaja. Las clases eran de 8:30 a 12:30 y de 16:00 a 20:00 aproximadamente,
las cuales se dividían por materias como quien dice, en este caso las pruebas, más
algunas cosas teóricas más, era un teórica
por prueba, una práctica y la última también era practica pero en esta ocasión
nosotros los alumnos dábamos la clase de la prueba que se había dado. Luego de
terminar el día de clase, con mi hermano y Martin Mañana debíamos salir a
entrenar, la sensación y lo que más decíamos mientras corríamos era, ‘’no puedo
ni con las patas’’ sin embargo nos rebuscamos para entrenar lo mejor que pudiéramos. En la noche nos dormíamos tarde, pasada la
medianoche, porque algunos estudiaban, y los demás aprovechaban para conversar
de todo un poco, a la mañana siguiente y como cada día el desayuno seria a las
8:00. Día 2 suena el despertador a las 7:00 (yo diciendo por dentro quien fue
el HDP que puso tan temprano el despertador) se levantaron, yo seguía acostado
y algunos otros también, que finalmente nos levantamos a las 7:50, desayunamos
en diez minutos y nos quedaba un rato aún para volvernos a acostar. Día 3, tras un acuerdo la noche
anterior el despertador sonó a las 7:50
cosa de levantarnos y desayunar de una, también pasaba cuando entrabamos a
clase luego de la siesta, era levantarse 15:55, lavarse la cara agarrar el
libro y sentarse en la silla del salón, cabe destacar que las mujeres
compañeras del curso llegaban siempre tarde jaja. Así fueron pasando los días,
un par de días salimos de noche a recorrer la ciudad en manada, se armó un buen
grupo, un grupo compañero, donde la mayoría se conocía del atletismo pero nunca
habían compartido algo así, y creo que eso nos unió como compañeros y como
entrenadores. Nos pasábamos los apuntes, nos ayudábamos en los prácticos y seguíamos
hablando de atletismo, en todo lo que teníamos libre, eso sí, los varones nos
tomamos un tiempo para contar chistes y decir groserías! Compartimos algunos
entrenamientos y salidas, eso es lo que más disfruté del curso, pero no todas
eran maduras, y como había contado sobre el Nivel I, me costó a nivel muscular
adaptarme a los movimientos nuevos que no fuera correr, saltar me dejó un
gemelo que ni tocármelo podía, las vallas una contractura en un isquiotibial
que por suerte Berenice Da Silva me ayudo a combatir dándome masaje, también en
los prácticos trate de cuidarme esa zona ya que tenía el selectivo de Cross
Country, era al otro día de terminar el
curso, debía tener la entrevista el ultimo día donde me dirían si aprobé o no y
tendría que venirme volando a Montevideo a descansar unas horas y correr el
Cross. Aprobé el curso, estaba más tranquilo, ahora solo tendría que irme a
casa y descansar para poder correr lo mejor posible la carrera, en el bus
viajamos juntos, mi hermano, yo, Martin Mañana y Federico, un compañero del
curso, tras tres horas de charla en el viaje, me empezó a dar sueño, también me
estaba muriendo de hambre, pero no me quería dormir para cuando llegara a casa
poder dormir una buena siesta, lo hice, dormí dos horas y me quede acostado
otro rato, merendé y apronte las cosas para la carrera. Cuando llegue al lugar
donde se corría, estuve con gran parte de los que hicieron le curso conmigo ya
que tenían atletas que también competirían, yo me sentía muerto, me dolía todo
y solo esperaba que me dieran las fuerzas para terminar la carrera dentro de
los primeros seis lugares para poder clasificar. Largamos, los seis que estábamos
con chances de clasificar más dos juveniles que corrían menos distancia en la
punta, la primera vuelta se corrió pero nadie arriesgaba nada, la segunda sentía
que necesitaba correr un poco más rápido, la moví un poco, hubo unos seis
segundos de diferencia con la primera, pero en la tercera ya empecé a sentir la
molestia en el isquiotibial, y si bien
trataba de no pensar mucho en ello, se me fue apretando hasta no dejarme
mantener el paso, la punta siguió con tres atetas, Pablo Gardiol, Santiago
Casco y Andrés Zamora, detrás tenia a mi hermano y a Santiago Godoy, esos éramos
los seis que formaríamos la selección mayor.
Cuarta vuelta, mi isquio seguía recordándome que lo tenía ahí, pero se
calmó, ahí pude levantar un poco y dejamos atrás con mi hermano al sexto, yo
terminé quinto y él cuarto. No pude correr mejor de lo que lo hice, sentí enormemente
la fatiga de las dos semanas del curso, no es excusa, era realidad, pero sabía
que la semana que viene tendría a mi masajista tratándome de acomodar todo lo
que estuviera mal para llegar lo mejor posible al sudamericano, y también…creer
en la supercompensación.
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