Alea Jacta Est, episodio 2
A sus marcas, y sonó el disparo. Ahí comenzó y terminó todo.
Había esperado mucho tiempo, era el torneo donde quería
estar, y sin duda quería correr bien. Luego de tener unos seis meses espectaculares donde había
bajado tres de mis marcas personales, entre ellas romper la barrera de los
treinta minutos con el 29:46 en 10.000
metros, y en los que pensé que esa era
la ultima munición en la recamara, dudaba en poder correr así nuevamente. Yo seguía
muy positivo y quería mas. Mi hermano estaba un poco menos optimista, y decía
que ese fue el último disparo, y de él sí lo fue, su pico no duró mucho mas,
sin embargo yo seguí de largo.
Luego vino el medio maratón Corre Montevideo donde baje mi
marca más de un minuto y medio, en marzo había bajado la de los 5000 metros. Seis
años bajaba las marcas de tres pruebas,
este se estaba convirtiendo en mi mejor año. Luego de ser designado para correr
los 5000m metros en el Iberoamericano aun me quedaban dos meses, y el miedo era
no poder aguantar el pico tanto tiempo, de modo que seguimos trabajando con mi
entrenador de manera muy conservadora, cuidándonos de todo lo que nos pudiera
afectar negativamente, y vaya que resultó, de forma que el primer macro del año
duró nada más y nada menos que ocho meses, arrancando el 2 de enero y
terminándolo el 3 de agosto.
Ese macro terminaría con los 5000 metros del Iberoamericano,
ahora les voy a contar el que y el cómo
de esta cuestión.
Habremos de rescatar lo bueno y lo malo, como en cada
ocasión, hay que ver que se hizo bien y que hay que mejorar. Lo bueno comenzaba
sabiendo que partiríamos el día martes a San Pablo, que está a dos horas de
avión. Nunca o casi ninguna una selección de atletismo viajó con tantos días
previo a la competencia, de modo que si no fuimos los primeros en llegar a
Brasil pegamos en el palo. Problemas por llegar cansados del viaje no íbamos a
tener.
El hotel además de ser espectacular, quedaba a cinco cuadras
de la pista, de forma que llegabas más rápido caminando que en un bus o taxi
debido al tráfico que había en algunas horas. La pista como pude mostrar en
alguno de los videos estaba ubicada en un complejo donde hay varias canchas y
gimnasios de diferentes federaciones.
Cuartos cómodos y con buenas camas, donde se descansaba
bien, pero tenían la desventaja que solo tenían aire acondicionado frio, de
modo que si sentías frio en la habitación tenias que abrigarte, muchos pidieron
mantas porque si bien en el día había más de 20 grados en la noche refrescaba y
se hacía notar un poco el frio.
La pista era
perfecta, era una pista rápida, un poco ''añejada'' con la textura perfecta
para correr fondo, era un material similar a la pista Oficial del Parque Batlle
y estaba bastante cubierta por las edificaciones por lo que no había problemas
con el viento.
La comida era ideal, cosas similares a las que comemos habitualmente
aquí en Uruguay, y ha pasado que muchas veces vas a países donde puedes comer
una o dos cosas nada más porque comen comida típicas del país y no te arriesgas
a comerlas por no estar acostumbrado o por no saber si te caerá mal. De modo que era muy variado
y en abundancia, que pese a la demanda de atletas que había nunca escaseó.
Desde que llegue al aeropuerto en San Pablo quedé maravillado, se estaba cumpliendo lo
que había anhelado, y volvía a estar después de 6 años en un torneo
internacional de pista.
Disfrutar de estar con mis compañeros de selección, estar
rodeado y conocer atletas de otros países y que también ellos te conozcan,
porque en algún momento te los vas a volver a cruzar.
Me tocó compartir habitación con Emiliano Lasa, el saltador
de largo. A Emi lo conocía de cruzar algunas palabras en torneos como acostumbramos todos pero nunca
había compartido selección con él. Vivía escuchando música en el cuarto y me daba
cuenta cuando que estaba en la habitación porque se sentía la música desde que salías del
ascensor, j aja. Como todos los demás compañeros, él era re buena onda, por lo
que nos llevábamos bien en el cuarto. Muchas veces además de juntarnos en el
desayuno, almuerzo o cena nos juntábamos en el cuarto de alguno a hablar un
rato o solamente a estar ahí, ya que no había mucho para hacer.
El miércoles luego del desayuno fuimos a conocer la pista y a
entrenar ahí, aprovechamos a sacar varias fotos y yo hice algunos videos, para
ir subiendo a Facebook para que la gente aquí en Uruguay sepa como estábamos
pasando.
Fue un trabajo corto, apenas una entrada en calor y mucha
flexibilidad, estaba muy duro del trabajo de pista del día lunes y el viaje. El
hecho de estar a casi mil metros de altura creía que no afectaba, pero luego de
la entrada en calor, estirar y hacer técnica de carrera fui por unos
progresivos de 50 a 60 metros, me ahogue bastante y las piernas aun las sentía
cansadas.
Luego que Andrés Zamora termino su trabajo de fuerza
volvimos a trotar un poco juntos y a Ana Laura Leite le faltaba hacer 2 x 400.
Como buen fondista me ofrecí a tirarle a ritmo, necesitaba hacer ambas a 1:10
cada una, por lo que hicimos las primera a 1:10 y en la segunda 1:06, eso le
daba un buen pronostico a Ana para bajar su marca personal en los 800 metros
del Heptatlón y hacer una buena carrera.
Llegó el jueves y nos
tocaba hacer el estímulo fuerte antes de la competencia, sería el domingo a las
9:30 por lo que tendríamos 72 horas entre este trabajo y la carrera.
El lunes había hecho el trabajo más largo de pista, y solo
me quedaba algo corto y rápido. yo tenía 6 x 200 metros y Andrés las iba a
hacer conmigo. Corriendo fuerte realmente sabría como era la pista, y también
como me encontraba, quería estar lo mejor posible de cara a la competencia. El
trabajo fue progresivo, pero no arrancamos suave, lo hicimos al ritmo marcado y
terminamos corriendo muy fuerte. Aproveché también para probar las zapatillas
de clavos que iba a usar, tenía unas nuevas que conseguí para correr en esta
ocasión y tenía otros que tenían un par de usos, al final escogí las viejas,
"mas vale malo conocido que bueno por conocer". Aunque me había
lactado un poco en las últimas dos pasadas y
fue porque corrí rápido, así me sentía y ya estaba todo el pescado
vendido, solo faltaba descansar y rezar por una buena supercompensación.
El viernes comenzaba el campeonato, en la mañana había unas
pocas pruebas de Decatlón si mal no recuerdo y en la tarde estaban los 3000
metros llanos, Andrés Silva corría la
serie de los 400 metros con vallas. Fue fácil y como nos tiene acostumbrado
paso a la final sin dificultades. Luego de esa etapa del torneo llegamos al
hotel un baño a descansar un poco tirado en la cama y esperar la cena.
Llegó el sábado, competiría Emiliano Lasa, Andrés Silva en
la final y Deborah en 400 con vallas, llegamos un poco retrasados y Emiliano ya
había hecho su primer salto, teníamos una gran confianza en él, ya que venia teniendo
una gran actuación en cada competencia a
la que iba.
Ese primer salto que no vimos y en el que él sintió que no
había sido muy bueno, fue el mejor, donde quedó en cuarta posición a solo diez
centímetros del tercer puesto, no fue su mejor actuación porque sabemos que
salta más que eso pero dio todo lo que tenia, demostró que es un gran
saltador. Ahora le tocaba a Andrés y
Deborah competir, y nosotros esta vez no estábamos en la tribuna como el primer
día sino que ya estábamos a metros de la pista en la recata auxiliar para
entrada en calor, estábamos al lado de Andrés dándole nuestro apoyo y por si
necesitaba algo. Se lo notaba tranquilo y concentrado como de costumbre, pero
hasta el creo que se sorprendió de cómo corrió esa final. Hay algo que deben
saber algunas personas, y es que en torneos donde lo que importa es ganar no
siempre la marca es buena, porque no puedes arriesgarte a correr en punta o
gastar energía y poder perder todo
después, de modo que lo que hizo Andrés fue solo ganar la carrera sino que
valía cuatro veces lo logrado. Primero
ganó la final de una forma increíble y como él corre, como sabe hacerlo de
forma que es tan fuerte en la última parte de la carrera que deja sin respuesta a sus competidores. lo
segundo fue la marca conseguida, un 48:65 que no se si estaba en sus planes
correr tan rápido, tercero el record nacional y cuarto record de campeonato.
Los que pudieron ver el Video que hice de la carrera se darán cuenta que por momentos
perdí el enfoque de la misma porque la emoción que teníamos no me permitía
hacer bien la filmación. Eso reafirma que a sus 28 años está más vivo que
nunca, y es la capacidad que tenemos los corredores de renacer, de resucitar.
Hasta que corrió Deborah, si bien estamos acostumbrados a
verla ganar todo lo que corre, esta vez fue plata, segunda y no pude hablar con
ella, no se i la marca fue buena o pudo haber ganado, o corrió bien o pudo
hacerlo mejor, ella estaba contenta lo pude ver, si bien había pruebas que no
tenían muchos participantes había otras en que el nivel era muy alto y creo que
en esta carrera lo fue. ya habían competido ellos tres, Ana Laura ya lo venía
haciendo y tuvo un par de pruebas no tan buenas pero si otras en las que había
estado bien, por lo manos fue lo que nos dijo, ella apostaba a sus pruebas
fuertes para poder tomar más puntos de cara al objetivo final que tenía. Se
terminó la jornada de sábado, ahora quedábamos, Andrés, Mimí y yo por competir,
además de las pruebas que le quedaban a Ana Laura.
Hay algo que me preocupaba, y era que jueves, viernes y
sábado, no venia sintiéndome muy bien, le echaba un poco de culpa al sol, ya
que creo me mató el jueves en la pista y
el viernes cuando corrí en la mañana. Me dolía la cabeza y me sentía muy
cansado, también se le sumaban los nervios, que eran muchos, y si, a los que me
dicen en las carreras que para mí es fácil correr, tenía miedo, jajá, mucho, de
hecho siempre tengo miedo hasta cuando entreno, antes de un trabajo de pista,
de un rodaje largo, si no tengo miedo ahí y me los saco en la competencia no terminaré
porque me dará miedo sufrir y se me
explotaría la cabeza. Si no te pones nervioso antes de largar es porque no
tienes sangre, obviamente teniendo en cuenta que nosotros preparamos cada
competencia, y es ahí cuando de vemos rendir al máximo. Volviendo al tema, me sentía cansado, me había
quedado algo de dolor en los gemelos e isquiotibiales por el trabajo de pista y
temía que me influyera en la competencia de manera que fui a la sala de
fisioterapia que había en el hotel. El viernes me hicieron masaje, me dolió,
muchísimo, pero me dejo como nuevo, y el sábado luego de la pista seguía con un
poco de molestia en los isquios y me pusieron Tens y un Tape. Andrés Zamora
andaba con una molestia y le hicieron quiropraxía, lo dejaron como nuevo, un
Tape y hasta mañana. Cenamos temprano, y dormí antes de la competencia unas 8
horas.
Domingo, nos tocaba a nosotros, me levanté súper tranquilo,
sin dolores y como nuevo, desayuno típico antes de una competencia, café con
leche y unas tostadas con manteca, y tenía todo pronto para irme a la pista de
manera que me tire un rato más en la cama y siendo la hora nos fuimos caminando
lentamente con Andrés y Gustavo Pintos su entrenador.
Algo que he de resaltar,
el primer día que fuimos a conocer la
pista el sol no llegaba hasta las pasadas la 10:00 de la mañana a
calentar, sino que había una niebla que después de esa hora aproximadamente
comenzaba a irse, así fue también los días siguientes, y la temperatura iba
subiendo, lo que creímos que podía ser bueno, pero no fue tan así. Recuerdo
estar en el cuarto de Andrés antes de partir el domingo a la competencia y eran
pasadas las 8:00 de la mañana, el sol ya iluminaba toda la pista, hacia más
calor que de costumbre, y tanto que cuando llegamos nos sentamos en la pista
auxiliar antes de comenzar la entrada en calor y el sol nos quemaba tanto que tenía
que alejarme hacia la sombra. Éramos de los únicos que estábamos de short y
Remera, el resto de los competidores estaba con calza larga o pantalón, campera
o medio cierre, tenían frio! Algunos venían de temperaturas mayores a 30 grados
y hasta 40 también. Nosotros que habíamos salido con menos de 10 desde
Montevideo, estábamos pasando calor. también había bastante humedad, a la que
no estábamos acostumbrados, no era un calor seco, sino mas bien húmedo que no
se notaba si no estabas corriendo.
La entrada en calor fue en el tiempo justo y como siempre la
hacemos, nos fuimos a cámara de llamada y salimos a la pista. Tuvimos unos
minutos antes de largar para hacer progresivos y hacer lo que falte. Me sentía súper
bien, suelto, sin nervios y con ganas de correr, la suerte estaba echada. Llegó
la voz de a sus marcas, y sonó el
disparo.
yo que estaba por orden de marca en ultima ubicación salí
mas a la derecha, me cerré rápidamente hacia el andarivel numero dos y después
de cien metros vi que nadie tiraría, por lo que quede primero en el pelotón
buscando mi ritmo de carrera. la primera vuelta fue a 1:09 el ritmo de parcial
debía ser 1:08 por lo que en la segunda vuelta ya lo acomodé. Ahí ya no estaba
primero sino que ya me habían pasado algunos, lo que no me importaba, sino solo
estaba pendiente de correr a ritmo y tratar de conseguir la marca que había
venido a buscar.
Uno de los miedos que tenia era algo que pasó y estaba
dentro de las posibilidades. Eso era
quedar colgado sin nadie a quien seguir, sin duda era lo que nos venía
impidiendo hacer la marca en Montevideo, quedar colgados después de los 3000m.
Es el punto crítico de la carrera, donde
haces tu mejor marca o te mueres, y, la idea era correr hasta ahí lo mejor y
lo mas sueltos posible para después
remar "a huevo" esos mil y jugarnos todos los boletos en el 4000.
Pero no iba a ser fácil, nos podía ayudar quedar con alguien
un poco más fuerte que nosotros y que nos marque el ritmo, pero la verdad es
que quede delante del que teníamos pensado seguir, y era Nicolás Giraldo de
Colombia, que terminó 5º con un tiempo de 14:17, sabíamos que teníamos que
correr con él, pero él venía detrás mío, hasta los 3000 metros, y cuando yo me morí
una vuelta después de eso me paso como parado, ya no podía acelerar y solo
trataba de no quedarme más. Sentía el aliento de mis compañeros, Pablo Sanmartino
en el inicio de la recta de los 100
metros, Ana Laura y Deborah sobre el final de la misma, también sentí a Andrés
barrios y Gustavo Pintos muy cerca, y hasta de mi Amiga de España Ainhoa Pinedo
que me fue a ver y me grito cada vuelta. Después de los 3400 metros sentía que
se me había subido alguien encima y las piernas me pesaban mucho, comencé a
morirme de calor y la garganta me ardía
mucho.
Por más que no corrí por debajo de 14:23 quedé muy conforme
con lo que hice, un 14:39 fue una gran muerte, una muerte más que digna, tengo
el pensamiento que toda carrera que
corra por debajo de 14:40 no es tan mala. ¿por qué conforme? porque hice y di
todo lo que tenia y podía hacer, fue una carrera muy dura contra el reloj, y lo
de conforme, es porque hice todo bien hasta el día de la competencia, no podía
cambiar nada para que el resultado fuera diferente, fuimos varios días antes
del campeonato, estábamos cerca de la pista, estábamos cómodos, el grupo era
unido, tuve fisioterapia, masajes antes de la competencia y la pista era rápida. ¿Qué pasó entonces? Creo
que lo más significativo fue el calor y la humedad, si bien entrenamos con ese
calor aproximadamente unos días antes, no es lo mismo hacer pasadas con pausa a
correr toda la carrera entera.
Pero suena un poco irónico que con tantas cosas a favor una
sola en contra pueda derrumbar todos los pilares. Quienes corren fondo o medio
fondo sabrán que aunque todo este a tu favor una sola cosa, puede arruinar tu
rendimiento, y no fui solo yo, porque hay excepciones, Andrés se murió aun mas,
luchando para correr debajo de 15:00, el Argentino Javier Carriqueo abandonó la
prueba. Los días anteriores a la competencia me preocupaba lo que les contaba
antes, lo mal que me sentí los días previos a la carrera, Andrés manifestaba que se encontraba muy bien,
y pensaba, lo único que me falta es pegarme una muerte épica, y no hacer la
marca, también no poder correr con él.
Hay una foto donde salgo mirando hacia atrás buscándolo, Giraldo se me
había escapado y yo ya no podía mantener el parcial, sabía que si Andrés se me
arrimaba podíamos tirar un poco cada uno y seguir remándola, pero estaba lejos,
por lo que seguí tratando de mantenerme firme y que si bien no podía correr más
rápido, trataba de que el ritmo no caiga mas. Para que se hagan una idea, los
mejores 5000 que corrí este año fueron 14:31 y 14:35, en el primero el 4000 se
fue a 3:00 y en el segundo a 3:01, y en ambos remate el ultimo mil en 2:50, con
la última vuelta en 1:04. En este 5000 y para que entiendan, el ultimo mil es el salvador, mas aun la última
vuelta, si vienes con piernas puedes recuperar el tiempo. pero cuando ya te
explotas y te quedas sin piernas, pasa que las vueltas se van, se van y se
siguen yendo, y no puedes hacer nada, solo tratar de aguantar. En el 5000 del
ibero pase a lo que tenía que pasar, el 3000 en 8:34, ni rápido ni lento, el
tiempo acorde y teniendo en cuanta si nos morimos un poco teníamos margen. La
vuelta del 3000 al 3400 fue fatal, y de ahí la caída del ritmo fue
inevitable, arrastre mis piernas que me
dolían mucho y las sentía más pesadas que nunca las últimas cuatro
vueltas.
Cuando cruce la meta, sentí un
calor inmenso que me envolvía, sentía como que me quemaba, y me fui enseguida a
donde estaban mis cosas, donde había un poco de
sombra, y me quede en una valla apoyado sin la musculosa y descalzo por
unos minutos, cuando me pude recuperar, me senté en la silla que tenía mis
pertenencias y me puse a hablar con Andrés, y el español que había sido bronce,
Iván Fernández. Ya había hablado con Andrés en la valla en la que nos apoyamos,
le pregunte al español que tal había sido su carrera, me dijo no tan bien, por
lo que dije ojala hubiera corrido yo en 13:59. Me manifestó un poco el calor,
la humedad y también la contaminación que había en el aire, me señalo con el
dedo y el cielo estaba totalmente despejado pero como con una capa de humo
semitransparente, ¿sería posible eso? la verdad no lo había pensado, pero cierto
es que si había muchos autos en la ciudad, el tráfico era terrible en casi
todas las horas del día.
Me puse los championes y sin remera cargue con mi mochila, a
lo lejos Ana Laura me pedía que le lleve fruta, que fui a buscar a la carpa de
fisioterapia, y se la llevé.
Ya vestido me junte con el resto del equipo, y conversamos
un poco de lo acontecido. seguía conforme con mí actuación, Andrés estaba
dolido anímicamente por su mala carrera, una buena muerte se metió, y eso es
algo que molesta, vienes haciendo bien todo, y el día de la carrera te levantas
mal y todavía algo se te pone en contra y te mueres. Siempre a los demás les
deseo suerte y no éxitos, ¿saben por qué? si venimos bien el éxito será el
fruto del trabajo que veníamos haciendo,
porque nada es casualidad en esto de correr y si causalidad, sin embargo
en una carrera de pista como corremos contra el reloj y nuestro propio cuerpo,
necesito suerte, en toda carrera la necesitamos, y siempre pongo de ejemplo
porque la suerte y no el éxito, le acabo de decir el por qué del éxito, ¿y el
de la Suerte? recuerdo el día que hice 29:46, el día anterior salí a correr un
poco con mi hermano y mi amigo Jairo, el día
estaba frio, había mucho viento, y todavía me sentía muy duro, trabado,
no me podía soltar en un simple trote. Al otro día, el día cambió, se había
nublado la tarde, no había viento, la temperatura era perfecta, y salió la
marca que fui a buscar, ahí solo dependía de mi, de correr y nada más, sin
embargo si hubiera tenido la mala suerte de que el día fuera como el anterior
no hubiera podido correr debajo de 30:00 y la inversión de tiempo, dinero
hubieran sido en vano.
Por lo tanto creo que hemos tenido mala suerte de que justo
ese día a esa hora fuera el más caluroso para competir, y mas una prueba tan
dura como los 5000 metros. No es una
excusa, y mucha gente sufre las carreras en el verano, particularmente a mi no
me afecta el calor, pero tengo que estar entrenando con calor para que el día
de la competencia las condiciones sean similares.
Después de terminar la jornada de la mañana nos fuimos a
almorzar, dormí una siesta y después de nuevo a la pista a disfrutar de lo que
quedaba del torneo. Mas tarde y ya en el hotel a descansar, y en la noche una
pequeña fiesta organizada por los mismo atletas, donde pudimos conocer a
algunos mas y hablar con los que ya conocíamos. Sin duda me llevé todo
positivo, y sobre todo la carrera, orgulloso de haber dado todo lo que tenia.
Después de descansar unas semanas comenzaré a planificar lo que queda del año
pensando en el próximo. Estoy muy seguro
que correré un buen 5000 este año y será por debajo de 14:23.